martes, 25 de abril de 2017

Cuerpo y Derechos Humanos reflexiones en torno a la Educación Física

Cuerpo y Derechos Humanos
reflexiones en torno a la Educación Física

En homenaje a Leonor Landaburu Zavaleta
Y a Sergio Tula Silberberg
Docente y estudiante del INEF desaparecidos durante la última dictadura militar

Introducción
“Estimada Señorita Corazones Solitarios: Tengo deiciseis años y estoy desorientada (…) Cuando era pequeña estaba acostumbrada a que los niños de mi cuadra se burlaran de mí (…) nací sin nariz. Me siento y me observo todo el día y lloro (…) por eso no puedo culpar a los chicos que no me inviten a salir. ¿Qué hice yo para merecer esta terrible desgracia? Quizás me castigaron por mis pecados. ¿Debo suicidarme? La saluda, Desesperada.”
Estigma e identidad constituyen para Goffman un par indisociable. La carta que presenta este autor, de una joven de 16 años dirigida hacia una fundación, da cuenta del proceso de construcción de subjetividad e identidad en relación a los estigmas. En este caso, un estigma desde, en y a partir del cuerpo. Es interesante el final: la muchacha no firma con su nombre, sino con la emoción que le suscita ese “anormalidad” de su cuerpo. Ese desvío del cuerpo ideal constituye su identidad más que su nombre mismo. Así, podemos suponer que la construcción social y cultural entorno al cuerpo y la constitución de subjetividad e identidad implican un mismo proceso.  
Se aproxima un nuevo 24 de Marzo. 41 años pasaron del inicio de uno de los períodos más sangrientos, tristes y dolorosos de nuestra historia. Ni guerra sucia, ni dos demonios: un plan sistemático y regional de control y disciplinamiento de movimientos subversivos que implicaron el secuestro, la tortura y la desaparición de militantes políticos. En este contexto, el artículo que sigue reflexiona acerca de la influencia de la última dictadura en el campo disciplinar de la Educación Física en Argentina. Por ello, en primer lugar, pensaremos acerca de los relatos de docentes y ex estudiantes de Educación Física acerca de la práctica del “Bautismo”. Luego, lo ocurrido en el Instituto Nacional de Educación Física durante la última dictadura cívico-militar. Finalmente, unas conclusiones finales acerca de las huellas corporales y los procesos de disciplinamiento corporal.


Bautismo y la lógica de la resistencia
Dicen que los llevaron con los ojos vendados, que los hicieron caminar hacia el río. Uno detrás del otro, tomados de una larga soga. Dicen que sintieron en su piel como les quemaba el frío de un hielo que parecía fuego.
Que sintieron como los ataban de pies y manos a las vías de un tren, que los hicieron arrastrarse por algo que se parecía a un vómito, a la mierda y la basura.
También dicen que sintieron como perdían su individualidad, cuando sus superiores les pintaban el rostro para burlarse de ellos y de ellas.
Finalmente se creyeron parte de otra especie, al ser bautizado como ¨bípedo¨.
Estos, como tantos otros relatos, formaron parte de una siniestra tradición que se llevó a cabo durante muchos años, con todos/das aquellos/as estudiantes que ingresaban a los Institutos de Educación Física.
Aunque, vale destacar que no es casual que estas costumbres, llamadas ¨bautismos¨ guardaran tanta relación con algunas prácticas que se ejecutaron durante la última dictadura militar, teniendo en cuenta que la impronta militar impregnó y marcó a los formadores que luego enseñarían en los institutos.
El 24 de marzo de este año se cumplirán 41 años del último golpe de estado militar, donde el sufrimiento, la resistencia y la tortura se hicieron presentes en los cuerpos y en las mentes de hijos, de madres, de abuelas. Pero también de estudiantes,  profesores,  maestros,  escritores,  artistas,  sociólogos,  deportistas,  almaceneros,  monjas, y de una sociedad que se animó a pensar, a cuestionar, a cambiar, a transformar una realidad con la cual no estaban de acuerdo.
A 41 años de una época oscura, donde esos cuerpos, donde esas personas resistían y soportaban, aguantando el dolor y la humillación de un ¨superior¨ que de alguna forma les daba una bienvenida, hoy podemos observar que, en la mayoría de los institutos de Educación Física, los bautismos han cambiado. Sin embargo, tanto en los discursos como en las prácticas, siguen evidenciándose dispositivos que responden a lógicas de sufrimiento y resistencia. Aún vigentes… ¿Para qué?
INEF dictadura
“La DICTADURA buscó desarrollar una educación integral que permitiera controlar la conducta para llevarla hacia un destino trascendente. Esto se lograría a través de los valores morales de la tradición cristiana y la revalorización de la identidad nacional. Entre los diversos objetivos que el gobierno militar se planteó, se puede destacar el refuerzo de las instituciones nacionales, la cultura, la seguridad, la defensa de la ley el orden.” (Beer, David (2014) La configuración de las tradiciones del Instituto Nacional de Educación Física de Buenos Aires y su resignificación en el contexto de la última dictadura militar. Disponible en http://hdl.handle.net/10469/6395)
La dictadura militar buscó disolver el sistema educativo nacional a través del mecanismo de poder represivo y discriminatorio que se trasladó a instituciones de todos los niveles. En este artículo, nos enfocaremos en lo que ocurrió particularmente en el Instituto Nacional de Educación Física (INEF). Tomaremos como referencia la tesis doctoral de David Beer, quien elabora una investigación sobre los alumnos y profesores desaparecidos durante la dictadura en ese instituto.
Dice Beer que durante la dictadura “se fue profundizando la deportivización del Instituto y de la Educación Física, en un entorno profundamente disciplinario y de control corporal.” El INEF estaba marcado por un alto predominio de la cultura deportiva. Sin embargo, durante la dictadura, el deporte no pasaba tanto por conseguir ciertos parámetros saludables sino por la confección de un cuerpo talentoso, controlado y disciplinado.
El rol del deporte durante el proceso militar tiene el ejemplo paradigmático del Mundial de Fútbol de 1978, sobre todo por el papel que tuvo para instalar la apariencia de ser un país confiable, en un momento en que ya ciertas voces en el exterior del país  denunciaban los siniestros casos de desaparición de seres humanos.
Asimismo (en contexto de los masivos #NiUnaMenos y en el mismo mes del Paro Internacional de Mujeres que aconteció el 8 de Marzo de este año), Beer muestra en las entrevistas el papel encubridor y silenciador que adquirieron las relaciones sociales dentro del INEF durante la dictadura en relación a violencia de género. Demuestra casos de violencia material (manoseos y contactos físicos) y simbólica (frases, insultos, amenazas, expresiones, señas, gestos, miradas) por parte de docentes y autoridades hacia estudiantes mujeres. El miedo (el “terror” que les infundía, como dicen algunas entrevistadas) que esto significaba no detuvo a un grupo de estudiantes que se expresaron en la rectoría, que hizo caso omiso de estas denuncias. Afirma Beer que “en el caso del Instituto, considero que las alumnas se encontraban dominadas por una dinámica discriminatoria, basada en el arraigo de los estereotipos de género, profundamente implantados en el Instituto donde encontramos posiblemente la preponderancia de un pensamiento hegemónico, de carácter androcéntrico, que presidía y hegemonizaba parte de la cotidianeidad del profesorado”. Así, en contexto militar, todo tipo de violencias, agresiones y represiones quedaban silenciadas y “legitimadas”.

Ya sea por la pretensión de buscar cuerpos disciplinados y patrióticos, ya sea por intentar imponer una ideología del miedo, ya sea por hacer desaparecer a docentes y estudiantes, ya sea por sancionar y normalizar a los estudiantes, ya sea por omisión y encubrimiento de severos casos de violencia de género en el seno del INEF, la imposición de un ejercicio de poder represivo por parte de autoridades dictatoriales en las instituciones educativas significó la educación de los cuerpos con carácter disciplinario (obediencia y utilidad), comprendiendo como mencionamos anteriormente que todo proceso de construcción de subjetividad implica mecanismos específicos de educación de los cuerpos. A través del adoctrinamiento del cuerpo, imponían violentamente sus intereses.
A modo de cierre: identidad y huellas corporales
El cuerpo es y ha sido entendido como objeto de relaciones de poder (Foucault, 2002). La educación física fue utilizada como un recurso para disciplinar los cuerpos especialmente durante la dictadura militar. ¿Cuáles serían los fines de este disciplinamiento aplicado sobre el cuerpo? Para pensar esta pregunta nos interesaría traer algunos planteos de Foucault (2002), que sostiene que el objetivo del poder es generar cuerpos que sean productivamente fuertes y políticamente dóciles. Estas características están asociadas a la construcción de cuerpos controlados y eficientes. Además, Foucault hace referencia a las técnicas de individualización del poder definidas como aquella disciplina por la cual se gobierna a las poblaciones desde el cuerpo social hasta los propios átomos sociales (individuos). Un ejemplo de este mecanismo de poder lo encarna la escuela, donde se justifica la individualización para garantizar el dominio y la vigilancia de los cuerpos. La escuela ejerció influencias sobre los cuerpos con efectos sociales y culturales determinados, orientados a desdibujar las diferencias individuales y a estimular determinadas conductas consideradas como esperadas.
Esta dinámica que intenta encauzar los cuerpos no es neutral ni ingenua sino que va construyendo una forma particular de sujeto que va a estar determinado por una serie de normas que fueron in-corporadas. Estas cuestiones responden a una lógica binaria, jerárquica que considera que existe una única forma de ser, que responde a intereses dominantes concretos, es decir al modelo hegemónico.
Las prescripciones corporales presentes en las clases de educación física de la época militar implicaron diversos ejercicios militares, como la ejecución de la marcha militar, o los castigos vinculados con la repetición de determinados ejercicios, que dan cuenta de las huellas que fueron dejando sobre los cuerpos dichas prácticas.
La Educación Física en el período de la dictadura (1976-1983) fue un instrumento que estuvo íntimamente relacionado con la normalización y el control de los cuerpos. No tenemos que olvidar que estos mecanismos que se ejercieron durante dicho momento histórico fueron poco a poco constituyéndose en hábitos naturalizados. Por esto creemos que es de suma importancia repensar ¿Cómo surgió nuestra disciplina?, ¿Cómo fue transformándose? ¿Qué elementos de aquella educación física no queremos que vuelvan a formar parte de nuestro campo disciplinar?

FRENTE ACADÉMICO- INTELECTUAL DE EDUCACIÓN FÍSICA


Prof. Cattaneo, Silvia  
Prof. Caramelo, Lucíana María 
Prof. Klein, Sebastián 

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